Conciencia y/o Sensibilización Turística

Para desarrollar la Actividad Turística en un determinado lugar o comunidad,
o destino turístico es necesario promover la Sensibilización y/o Conciencia Turística de la población local ( del Destino Turístico).

Consiste básicamente en dar a conocer la importancia que tiene la Actividad Turística para mejorar la Calidad de vida de la población local.

Las personas que brindan los Servicios Turísticos a los Turistas y Visitantes deben brindar un trato cálido, servicial y diligente.

Al hablar de sensibilidad o conciencia turística estamos haciendo referencia a la participación de las personas en la búsqueda de mejores condiciones para hacer posible una adecuada calidad en la actividad turística, contribuir a su fortalecimiento y poder obtener de ella los beneficios que es capaz de generar, dedicándole la atención necesaria para convertirla factor de creación de riqueza sustentable.

El turismo es un importante factor socio-cultural económico que requiere de nuestra participación para su desarrollo. La actividad turística encuentra en nuestro diversificado patrimonio natural y cultural (zonas arqueológicas, museos, gastronomía, playas, bosques) su principal detonador. Pero hay que destacar que el factor humano somos quienes damos vida al turismo, ya sea como turistas o anfitriones, de allí que de nuestra formación surgen las aptitudes para el servicio o el perfil de nuestro comportamiento o exigencia.

En las últimas décadas en todo el mundo se han dado grandes cambios de índole socio- económico, político y tecnológico. El turismo también ha evolucionado: la oferta turística mundial se ha desarrollado considerablemente en el transcurso de los últimos treinta años. En 1970 la naciente OMT (Organización Mundial del Turismo), estimaba de cierta envergadura 40 países como destinos turísticos. Hoy podemos nombrar más de 140. 

Ante la localización y el desarrollo de los medios de comunicación, el turista nacional e internacional tiene acceso a más y mejor información sobre actividades a llevar a cabo, destinos, experiencias y posibilidades de hacer turismo. Por lo mismo, hoy más que nunca, demanda más alta calidad y a un precio competitivo.

El turismo que todavía pese a su regresión llegó a significar una abrumadora mayoría, el “Turismo de Sol y Playa”, se ha visto obligado desde 1990, ha tomar fuertes recaudos de equipamiento en su diversificación, especialmente desde lo llamado “Turismo Náutico”, para reiniciar caminos de muchos lugares y destinos que vibraron en regresión.

Calidad y calidez 

La calidad de la vivencia del visitante está en relación a su satisfacción plena, derivada de una experiencia única que se integre por servicios personalizados y eficientes y una real interacción con la cultura de la comunidad receptora. En ese sentido, ante una competencia cada vez más agresiva y numerosa entre destinos que aspiran a ser la mejor alternativa para los visitantes, lo que hace la diferencia es la calidad de la atención recibida.

Queda en evidencia una necesidad: desarrollar ofertas adecuadas en las que el contar con hombres y mujeres con preparación, vocación, actitud positiva y emprendedora, resulta ser el factor que anima y otorga a la propuesta el sentido de calidad que el turista espera recibir.

No hay empresas ni destinos de calidad, sin personas de calidad, y no sólo calidad en términos de profesionalizar, sino también de l preparación humana que da la coincidencia de sostenida calidad humana.

Calidad y calidez son entonces los principales factores para ser competitivos en el sector, la calidad, vista como una condición indispensable, consiste en hacer bien las cosas debidas desde la primera vez. La calidez, vista como el complemento, depende sobre todo de la condición hospitalaria de los anfitriones. 

Nuestro objetivo principal está dirigido a coadyuvar en el cumplimiento del siguiente eje rector de la política turística. Por ello, las comunidades se deben sensibilizar, deben tomar parte en un proceso de aprendizaje que les permita estar mejor preparadas para comprender, identificarse y participar exitosamente en la actividad turística. 

En suma, se requiere desarrollar la cultura turística. Dentro de ella, uno de los más antiguos es el concepto de hospitalidad, que data desde antes de la llegada de los españoles al continente Americano. La historia refiere que los antiguos pueblos prehispánicos solían abastecer sus casas para proveer de alimentación y hospedaje a los viajeros, como una muestra de buena acogida y recibimiento, principalmente por el alto aprecio que tenían por los sacerdotes y comerciantes. 


    EBER  RAFAEL ESQUERRE PEREYRA
             Licenciado en Turismo
              Reg. CLT-LL N° 012
              ralph_ep@yahoo.com
                ralphep@hotmail.com 

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